martes, 29 de noviembre de 2011

LEOPOLDO ALAS CLARÍN - LA REGENTA

" En efecto, su tez blanca tenía los reflejos del estuco. En los pómulos, un tanto avanzados, bastante para dar energía y expresión característica al rostro, sin afearlo, había un ligero encarnado que a veces tiraba al color del alzacuello y de las medias. No era pintura, ni el color de la salud, ni pregonero del alcohol; era el rojo que brota en las mejillas al calor de palabras de amor o de vergüenza que se pronuncian cerca de ellas, palabras que parecen imanes que atraen el hierro de la sangre. Esta especie de congestión también la causa el orgasmo de pensamientos del mismo estilo: En los ojos del Magistral, verdes, con pintas que parecían polvo de rapé, lo más notable era la suavidad de liquen; pero en ocasiones, de en medio de aquella crasitud pegajosa salía un resplandor punzante, que era una sorpresa desagradable, como una aguja en una almohada de plumas. Aquella mirada la resistían pocos; a unos les daba miedo, a otros asco; pero cuando algún audaz la sufría, el Magistral la humillaba cubriéndola con el telón carnoso de unos párpados anchos, gruesos, insignificantes, como es siempre la carne informe. La nariz larga, recta, sin corrección ni dignidad, también era sobrada de carne hacia el extremo y se inclinaban como árbol bajo el peso de excesivo fruto. Aquella nariz era la obra muerta en aquel rostro todo expresión, aunque estricto en griego, porque no era fácil leer y traducir lo que el Magistral sentía y pensaba. Los labios, largos y delgados, finos, pálidos, parecían obligados a vivir comprimidos por la barba, que tendía a subir, amenazando para la vejez, aún lejana, entablar relaciones con la punta de la nariz claudicante. Por entonces no daba al rostro este defecto apariencia de vejez, sino expresión de prudencia de la que toca en cobarde hipocresía y anuncia frío y calculador egoísmo. Podía asegurarse que aquellos labios guardaban como un tesoro la mejor palabra, la que jamás se pronuncia.

(...)
En la provincia, cuya capital era Vetusta, abundaban por todas partes montes de los que se pierden entre nubes; pues a los más arduos y elevados ascendía el Magistral, dejando atrás al más robusto andarín, al más experto montañés. Cuanto más subía más ansiaba subir; en vez de fatiga sentía fiebre que les daba vigor de acero a las piernas y aliento de fragua a los pulmones. Llegar a lo más alto era un triunfo voluptuoso para De Pas. Ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos como si fueran juguetes, imaginarse a los hombres como infusorios, ver pasar un águila o un milano, según los parajes, debajo de sus ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol, mirar las nubes desde arriba, eran intensos placeres de su espíritu altanero que De Pas se procuraba siempre que podía. Entonces sí que en sus mejillas había fuego... "


PASO1- EL ESTILO

EL AUTOR :Leopoldo alas conocido como clarín combina el punto de vista objetivo distante con el autor omnisciente, el tema del cual tarata la obra es muy destcado en el realismo.

LA OBRA Es de genero teatral El tiempo y el espacio están totalmente distantes frente a esta obra. Es la primera novela de Leopoldo publicada en 1884 y 1885. En su argumento se basó la versión cinematográfica homónima

CRONOLOGIA : La acción se centra en vetusta , se escribió en ele SXIX


PASO2-ANALISIS DEL CONTENIDO


ARGUMENTO O RESUMEN:Ana ozores se casa con Víctor Quintanar una persona maniática , se separan y Fermín se enamora de ella por la cual a si se cierra el circulo amoroso

TEMA : El desengaño , la tristeza de un amor , amo no corespondido

ESTRUCUTRA DE UN CONTENIDO : Esta dividida en dos partes bien dieferenciada ya que el primero narar los hechos pasados de la vida de ana .

PERSONAJES TIEMPO NARRADOR Y PUNTO DE VISTA DEL NARRADOR :

narrador objetivo , los hechos transcurren en vetusta , una provincia .Laos personajes sion: ana ozores , victor Quintanar, alavaro mesias , fermin de pas

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